La sociedad en el mundo ha sufrido
permanentemente transformaciones sociales, económicas, culturales y
tecnológicas, sin embargo las TIC, especialmente Internet, lo han
hecho mucho más en las pocas décadas precedentes; están
modificando sustancialmente el funcionamiento esencial de nuestra
sociedad. Esto sin duda nos confronta con la necesidad de revisar
conceptos, principios y paradigmas sociales como en el presente caso,
la Ciudadanía en el ciberespacio.
En lo concreto, hay varios estudios,
enfoques y priorizaciones temáticas sobre la concepción y en
esencia el nuevo paradigma de la ciudadanía digital, sin embargo en
cualquier caso no sabemos cómo se concretiza en los hechos, mucho
menos como lo conciben los nativos digitales pues han ido
estructurándose cada vez nuevos códigos y convenciones. Sabemos que
involucra principios y valores tanto locales como regionales e
internacionales que se expresan en normas consensuadas, procedimiento
y actitudes, pero aún sabiendo esto, el concepto de ciudadanía
digital aún esta en
construcción porque en el
ciberespacio mucho esta por
conocerse, entenderse y establecerse.
Para un pertinente ejercicio de la
ciudadanía es esencial poder reconocerse y reconocer al otro en
cuanto a diferentes como sujetos de pleno derecho.
Complementariamente también tiene que asumirse obligaciones en el
marco de las leyes establecidas que son esenciales para la
convivencia humana.
I. La identidad en Internet
La identidad en la Red es algo mas
complejo de manejar porque puedo ser quien quiera o no ser nadie
(anónimo), literalmente, por ello para hablar de una Ciudadanía
digital es preciso rescatar el hecho que «Ciudadanía» es en
esencia identidad, compromiso, respeto, responsabilidad, que
posibilite la ciberconvivencia humana, razón por
la que debemos trabajar
para facilitar el desarrollo de ciudadanos
digitales integrales que
sean competentes para
ejercer y disfrutar sus
derechos en convivencia
con los derechos de los
otros.
Como
el gobierno electrónico requiere de ciudadanos/as digitales, es
preciso desarrollar y cualificar su identificación, ya sea para la
seguridad de elecciones computarizadas o para tramitaciones seguras
en la Administración Pública y la privada, que los proteja de la
piratería, el robo de identidad y en general de la delincuencia en
Internet, apoyados de toda una estructura nacional de seguridad que
apoye al ciudadano/a tanto técnica como administrativamente.
II. Necesidades para la ciudadanía
digital
En este contexto es que subyacen
necesidades concretas para la articulación de la ciudadanía
digital:
- Centrar nuestra atención en la persona, en aportar al desarrollo sus valores, actitudes y necesidades, independientemente de las tecnologías que puede usar, en el marco de la seguridad y privacidad del manejo y acceso a su «data»; más allá de sólo mantenerlo alejado de los peligros de la Internet oscura, es preciso apoyar el desarrollo de competencias ciberciudadanas.
- Considerarlo y hacerlo único en la prestación de servicios públicos oportunos y seguros, incluidos los del área de ciberseguridad tanto personal como empresarial.
- Estimular usos socialmente positivos y útiles para el ciudadano/a en Internet, favoreciendo su ciudadanía y la colaboración con sus conciudadanos digitales.
- Establecer la prioridad de la importancia de niños, niñas y adolescentes tanto en medidas efectivas y continuas para su protección en el ciberespacio como en su educación para la construcción de una nueva ciudadanía en el Internet.
- Incorporar en el currículo educativo oficial del Estado, los principios de la ciudadanía digital asi como socializar estos contenidos con los Padres y madres de familia para apoyar la protección de los Menores.
III. La e-democracia
Internet tiene también entre sus
potencialidades el aportar a una mejor ciudadanía y con ello puede
aportar a la mejora de la política y la participación ciudadana en
procesos democráticos de comunicación y decisión, la implicación
de Internet viene definida en la línea de conceptos como el que
menciona la Wikipedia: “La principal motivación de la
e-democracy es conseguir a través de la implicación de la
ciudadanía y su participación activa en los procesos de decisión:
Mejorar la calidad de la política y la democracia; Ganar confianza y
aceptación del proceso político; Compartir la responsabilidad de
las tomas de decisión políticas. Recuperando así la esencia de la
democracia desde los orígenes, pero con niveles totales de
inclusión. Aprovechar las características capacitadoras de las TIC
para fomentar instrumentos similares a las ágoras griegas, en un
entorno también virtual y, sobre todo, superando las fronteras de
tiempo y lugar. A pesar de que el objetivo final de la e-democracy se
dirija a la participación plural de la ciudadanía, es difícil
conseguirlo directamente y se pueden definir unas etapas o fases, de
forma que faciliten la consecución satisfactoria de los proyectos de
e-democracy.”
III. Propuestas ciudadanas
Por estas y otras consideraciones más
deben trabajarse aspectos sustanciales y ciertamente muy vinculados
entre sí, tales como los proyectos que ha compartido la ciudadana
Nélida Sifuentes y su equipo de trabajo, tanto en instituciones
púbicas como privadas, los cuales me permito adjuntar al presente
post y que aportan ciertamente al desarrollo, la reflexión y la
acción concreta en esta temática:
- Gobierno electrónico, que habla de su articulación en función de lo establecido por Ley.
- Registro Ciudadano/a digital, que plantea la otorgación e implementación del Registro de la ciudadanía digital y el Single Sign On1 (SSO)
- Nube Soberana, que propone un Cloud estatal para potenciar, optimizar y asegurar las transacciones entre el Estado y la ciudadanía a través de Internet.
1 Single
sign-on (SSO) es un procedimiento de autenticación que habilita
al usuario para acceder a varios sistemas con una sola instancia de
identificación. Su traducción literal sería algo como "sistema
centralizado de autenticación y autorización". Wikipedia.
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